La obra La Curva de la Felicidad, protagonizada por Gabino Diego, Jesús Cisneros, Antonio Vico y Josu Ormaetxe, recaló este sábado en Ibdes dentro del ciclo cultural Aragón, Tierra de Cultura, una iniciativa del Gobierno de Aragón para acercar propuestas escénicas de primer nivel al medio rural. El pabellón municipal se llenó hasta la bandera para presenciar esta aplaudida comedia que aborda, con ironía y ternura, la crisis de los 50 en los hombres.
Escrita por Eduardo Galán y Pedro Gómez, la función gira en torno a Quino, interpretado por Gabino Diego, un escritor recientemente separado que se ve obligado a vender su piso. La sucesión de visitas y la convivencia con otros tres hombres en similares circunstancias da pie a situaciones cómicas que diseccionan la fragilidad emocional masculina con frescura y acierto.
La actuación del elenco fue brillante, con un Gabino Diego en estado de gracia, que conectó desde el inicio con el público. El ritmo de la obra, los diálogos afilados y el equilibrio entre humor y reflexión ofrecieron a los espectadores momentos de carcajada y también de introspección.
Sin embargo, no todo fue idílico en la noche cultural de Ibdes. La falta de respeto por parte de una pequeña parte del público, que no cesó de hablar en voz alta en la zona trasera, moverse por el pabellón e interrumpir el desarrollo normal de la función, generó un ambiente incómodo para artistas y asistentes. En un momento determinado, uno de los actores se vio obligado a detener la representación para llamar la atención sobre el bullicio reinante, visiblemente afectado por las distracciones constantes que incluso llegaron a desconcentrar al reparto.
Pese a este episodio lamentable, los actores mantuvieron la profesionalidad y supieron reconducir la escena con aplomo, recibiendo al final una larga ovación de la mayoría de los asistentes que supieron valorar el esfuerzo y la calidad artística desplegada sobre el escenario.
La representación en Ibdes demuestra la importancia de acercar cultura al territorio, pero también la necesidad de que el público rural sea consciente del respeto que merece el trabajo de los artistas. A pesar del incidente, La Curva de la Felicidad volvió a demostrar por qué es una de las comedias más celebradas del teatro contemporáneo español.
JALON
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