Tras la vuelta de Semana Santa
el curso pasa volado
y los estudiantes más atrasados
empiezan a estar agobiados.
El director de un instituto
una carta ha escrito a los padres,
para que no castiguen a sus hijos
si catean lengua o mates.
Queridos padres,
queridos profesores:
basta de castigar a los alumnos
y penalizar sus errores.
El profe de Einstein decía,
que a ningún sitio llegaría
entre tanto, él, a Kant leía
y con veintiséis añitos
su gran teoría formularía.
Pablo Ruiz Picasso
se pasaba el día castigado
y a nadie le importaba un cuerno
los dibujos que hacía en su cuaderno:
de toros y palomas
sus páginas llenaba
pero esas tontadas,
¿a quién le interesaban?
Venceréis, pero no convenceréis,
decía el Gran Miguel de Unamuno,
mientras tú lo estudias en literatura
él suspendía dicha asignatura.
Quizás tu hijo es pésimo en sociales,
pero derrocha arte a raudales;
igual no distingue el predicado del sujeto
pero disfruta tocando el violonchelo.
Ayúdale a que encuentre
algo que realmente le apasione,
que el mundo no se acaba
por no saber hacer ecuaciones.
JALON
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