La semana pasada visitamos la historia del Castillo de Monreal de Ariza y su 'cápsula del tiempo'. En Monreal vivimos una historia fugaz que realmente duró siglos. Guerras de frontera, luchas sin cuartel contra cualquiera, conquistas y reconquistas que una fortaleza vivió permaneciendo en pié. El dominio del Valle del Jalón siempre fue estratégico y ahora parece que nadie quiere reclamarlo. Fue el paso del tiempo y los suelos de arcilla, los que hicieron que quedasen sepultados esos recuerdos que ahora nos cuentan otras vidas. Para que el suelo no se nos abra a nuestros pasos y nos deje condenados para futuros descubrimientos, nos pondremos las botas cada sábado y el domingo os lo contaremos, reclamando así el patrimonio que tenemos para que de él creemos futuro y trabajo.
Nuestra comarca está llena de huellas y cicatrices, alguna aún sangrante, que ni el viento ni la lluvia, ni el tiempo, pase el que pase, borrarán del Alto Jalón ni del corazón del que aquí nace. El silencio de ayer a las 13 horas helaba el corazón, era como apartar la mirada de quien quieres porque sabes que esa persona a ti no. Así se sintió cada campanario que no repicó por reclamar la atención que nos merecemos. Nosotros, El Alto Jalón, tocamos nuestra campana, quisimos e insistimos que surgiera la llama. ¿Tú por qué no? En Ariza tuvo que coger la batuta la Asociación Alto Jalón y tocaron las campanas de Santa María. Sergio e Isa, que llevan la Asociación, llamaron a Torrehermosa y repitieron la operación. En la vertiente aragonesa se mueven 'un montón'. Por eso hoy #MePongoLasBotas de la reivindicación.
No, hoy no nos vamos de excursión. La verdad es que Alberto Gonzalo, amenazando lluvia y con el coronavirus cada vez peor, decidió aplazar la visita a Arcóbriga y yo, que no tenía más planes ni campanas en el despertador, salí con las botas a la calle en busca de Jesús y Enrique, que se iban a Avenales. Como son madrugadores les llamo y están llegando... mala suerte chavales, iremos a Avenales, pueblo abandonado, la semana que viene. De momento, si quieres, quédate un rato a mi lado que vamos a hablar de pueblos abandonados del Alto Jalón.
-"Son un montón"-, me dice Jesús, que añade -"deberías hacer una sección de pueblos abandonados del Alto Jalón"-. Como es uno de mis consejeros mayores, a esto, sin que sirva de precedente ni siente antecedente para exigir columna rosa, cuya existencia le habría evitado hoy una metedura de pata y salir en el periódico, le voy a hacer caso y hablaremos, hasta que vayamos a Arcóbriga cuando dejen salir de Zaragoza a Alberto Gonzalo, de pueblos abandonados de toda nuestra comarca.
Hemos hablado ya de Obetago y nos pondremos las botas para ir a Avenales el próximo fin de semana. Se nos ocurren muchos: Yuba, Corbesín, Lomeda, Valladares... pero son sólo una muestra de los muchos que hay a nuestro lado. Se me ocurre una cosa, ¿me proponéis vosotros dónde vamos? ¿Es alguien de vuestra familia o vosotros mismos de uno de estos pueblos abandonados? Acompañadnos en este viaje para recordar tiempos pasados, historias reales y leyendas y ejemplos de que algo que ha pasado en otros sitios, nos puede estar devorando. El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla, ya lo decía Confucio. De modo que no lo hagamos, no nos confundamos y toquemos esta vez las campanas de cada campanario. Vamos a darnos nosotros mismos el toque. Es lo que más estoy escuchando de todos los que me responden: "El pueblo tenemos nosotros mismos que levantarlo, o lo hacemos nosotros o no va a venir nadie a remediarlo".
Me ha dado una gran idea Jesús así que rápidamente le digo que vamos a hacer la sección. -"Tendrás que hacerte un seguro, amigo, que eres muy patoso y en alguna excursión..."- me suelta con risas de Enrique que suenan a coalición. A la broma yo le replico -"me sale más barato ir a la farmacia". ¿Dónde nos vamos la semana que viene? Enviadnos un correo electrónico a contacto@elaltojalon.es o dejadnos un comentario, en la noticia o en las redes sociales. Todas las vías abiertas para vuestra propuesta. El próximo domingo conoceremos Avenales. Al siguiente será vuestra elección. Hoy, con las botas limpias, me despido. Gracias por vuestra atención y feliz domingo hijos del Alto Jalón.
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