Por el siglo X había Atalayas por aquí, por aquello de la comunicación de la época, y en según que zonas aún son más efectivas para estas que tener el último iPhone, con una resolución que te tienes que poner casi gafas de sol y con una cámara que puedes hasta verle un moquillo que se le cae al corzo, pero que tú te pones a llamar a tu tía del pueblo de al lado para preguntar si le coges pan y te sale mejor ir directamente. (leer más)
Este año el inicio fue en Monteagudo de las Vicarías y el final, como no podía ser de otra manera, en Santa María de Huerta. Según Google Maps la distancia “a pata” que hay entre ambas localidades es de 14 kilómetros, pues bien, los del Desafío Alto Jalón hemos recorrido algo más de 540 kilómetros para unir ambas localidades (leer más)
Este reto es una carrera de relevos en la cual todos y todas ganamos por el simple hecho de dar un poco de visibilidad a esta nuestra comarca y otras limítrofes tan abandonadas y dejadas a su suerte durante décadas, por lo que no pienses que esto es una competición en la que tienes que ganar al rival si o si como si vinieran unas elecciones y esto fuera un “equipo Falcon” vs “equipo Narcolancha” (leer más)
Antes de nada se informa de que lo que se va hablar en las próximas líneas no tiene absolutamente nada que ver con nada relacionado con el catolicismo o cualquier otra religión, simplemente se van a comentar unos hechos que acontecen en estos nuestros pueblos en estos días en los cuales se produce una “invasión” de amigos/as, vecinos/as y familiares (leer más)
Aunque ya hubo algún comentario sobre este asunto en alguna crónica anterior sobre las fiestas del pueblo, la realidad es que en este pueblo de Benamira somos un poco juerguistas y no nos hace falta montar unas fiestas en agosto para juntarnos a comer unos/as cuantos/as como si esto fuera el plató de MasterChef (leer más)
Bueno, se avecina liada y polémica a partes iguales con lo que vamos a exponer hoy en estas líneas y es que en este mundo hay preguntas que NUNCA se deben hacer como puedan ser “¿Estás embarazada?” o “¿Te hiciste la prueba de paternidad?” o la que nos lleva a las líneas de hoy y que puede provocar poco menos que la III guerra mundial: ¿DÓNDE NACE EL JALÓN? (leer más)
La cuestión que nos atañe hoy, en relación a mi ausencia de estos meses es el abandono que le hice a Fran y El Alto Jalón. Nada grave, no asustarse, que no me he vuelto ni Pedro Sánchez dejando trenes gratis pero no poner trenes en nuestra zona o Mañueco culpando a diputados sorianos de que no vengan médicos por ser alarmistas. (leer más)
Decía Miguel Delibes: “Si el cielo de Castilla es tan alto, es porque lo levantaron los campesinos de tanto mirarlo”. Pues deciros que por aquí y en estas fechas no solo lo levantan los campesinos, si no todo hijo o hija de vecino que se precie no hace más que mirar al cielo esperando la deseada lluvia para que pueda salir en algún momento el ansiado tesoro - que ni el anillo de Mordor - del que vamos hablar hoy: la seta. (leer más)
Con la llegada de octubre y el fresco, empiezan a notarse los nuevos paisajes otoñales y nuestros huertos no se escapan ante tal ciclo de la vida. (leer más)
Llega septiembre y con ello empieza la desbandada. En algunos pueblos ya se ha ido notando dicha desbandada, aún quedan cuatro nostálgicos/as pero en general aquí estamos ya más solos que el prospecto de un medicamento de la farmacia que no se lee nadie. Esto implica varias cosas, como por ejemplo mi tardanza en haceros esta crónica. (leer más)
¿Cómo va ese agosto chavalada? ¿Se empieza a hacer cuesta arriba o todavía hay ganas de un jolgorio que ni juntando a Massiel y Ortega Cano? Pues para no perder la costumbre hoy vamos a seguir hablando de una cosa que ocurre gracias a la vorágine demográfica a la que nos enfrentamos estos días y no es otra que los torneos entre pueblos con motivo de las fiestas. (leer más)
Pues sí, aquí estamos, con un día o dos de retraso escribiendo esto y diréis: serás desgraciado no tenerla a tiempo, ¡zángano! Pues lleváis razón, a parte de un zángano, es que esta semana hemos tenido las fiestas de verano del pueblo, que las llamamos así porque ponerle “acabar como un piojo party” se nos hacía muy largo. (leer más)